Introducción a las demencias
Aunque la primera clasificación se atribuye a Galeno, desde tiempos antiguos se ha tenido constancia de textos que hablan sobre personas con demencia. Sin embargo, el término «demencia» hasta el siglo XIX se consideraba un trastorno propio de la edad, y aún hoy, se mantiene esa idea en algunos sectores de la sociedad.
Las investigaciones han demostrado que “demencia” no es sinónimo de envejecimiento (Nelson, et al., 2011). Los estudios anamatopatológicos han tenido mucho que ver en ello. Los hallazgos encontrados en pacientes con demencia que previamente no habían tenido deterioro cognitivo ni enfermedad mental, en comparación con los que aparecen en cerebros de ancianos sin demencia, indican que, aunque la edad sí es un factor de riesgo, la demencia representa un proceso neurodegenerativo diferente al que se produce en un cerebro normal.